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Portugal e Italia se posicionan como nuevas opciones para la gestión de riqueza de altos patrimonios

Ambos países ofrecen beneficios tributarios e incentivos para obtener una residencia fiscal no habitual. Suiza se mantiene como la opción tradicional.

Por: Cristóbal Muñoz | Publicado: Miércoles 27 de septiembre de 2023 a las 04:00 hrs.
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Foto: Bloomberg
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Tras el estallido social de 2019 y posteriormente la pandemia, los grandes patrimonios chilenos diversificaron su portafolio de inversiones destinando una proporción mayor de recursos al extranjero.

Aunque Estados Unidos se posicionó como principal destino, otros lugares, especialmente algunos países de Europa, ganaron terreno gracias a sus oportunidades y beneficios tributarios.

El socio del estudio Barros & Errázuriz, Tomás Kovacevic, indicó que “algunas jurisdicciones en Europa tienen una institucionalidad y vehículos que entregan certeza a los inversionistas, incluyendo entre ellas las reglas para el pago de impuestos, y por otro lado, mantienen amplias redes de convenios tributarios con la misma finalidad de entregar certeza y promover la inversión entre países”.

La residencia fiscal no habitual

Aunque el lugar preferido de Europa por los family offices y altos patrimonios, en general, sigue siendo Suiza -por su régimen tributario tradicionalmente bajo, las turbulencias generadas en su banca a raíz del caso de Credit Suisse, levantaron algunas dudas sobre la solvencia de su sistema financiero y el rol del Estado.

Por ello, países como Portugal e Italia se posicionaron como una alternativa para la gestión de alto patrimonio, ofreciendo atractivos beneficios, específicamente en cuanto al traslado de la residencia fiscal.

En el caso de Portugal, el país hoy es una de las principales opciones para optar por una nueva residencia tributaria. “Ha optado por una estrategia precisamente dirigida a atraer altos patrimonios a su jurisdicción fiscal”, destacó el socio de Fisher y Cía., Juan Cristóbal Ortega.

El principal beneficio de la residencia fiscal no habitual (Non-habitual Residential Regime o NHR) o Impuesto sobre la Renta de las Personas Singulares (IRS) es que “exime a los extranjeros de pagar por rentas pasivas provenientes de extranjero, como intereses, dividendos, ganancias de capital, pensiones, etc.”, explicó el socio de la firma legal y contable Studio Andino, Giacomo Savatoni.

Además, el Estado portugués posee un acuerdo de doble tributación con Chile, con beneficios respecto al impuesto a la herencia y no contempla impuestos al patrimonio.

Sin embargo, al conseguir el estatus de NHR, solo se podrá tributar en este régimen durante 10 años no prorrogables.

“Los desafíos para acceder a estos beneficios se relacionan con realizar una inversión efectiva en Portugal, en forma de crear empleos, adquirir inmuebles o aportar a la reconstrucción del patrimonio nacional portugués”, explicó Ortega.

A lo anterior, se añade haber residido en el país por al menos 183 días o, en caso de haber permanecido menos tiempo, disponer en territorio portugués de una vivienda apta para ser utilizada como residencia habitual.

Exenciones e impuesto a la herencia

Por su parte, Italia destaca por ofrecer un sistema de beneficios para los altos patrimonios que decidan trasladar su residencia fiscal a su jurisdicción.

“Tienen un régimen para atraer nuevos residentes mediante el pago de una cantidad determinada, que incluye regulaciones o exenciones respecto del impuesto a activos financieros en el extranjero e impuesto a la herencia”, indicó Kovacevic.

Italia cuenta con un mecanismo fiscal en el que un alto patrimonio puede trasladarse al país pagando 100.000 euros de impuestos por todos sus ingresos originados en el extranjero.

Mientras que para cada familiar a cargo del beneficiario original que opte al régimen sería de 25.000 euros al año.

Además, se añade al panorama una serie de beneficios sobre la renta de origen local, es decir, dentro de Italia, para aquellos que trasladan su actividad al territorio.

Este paquete de beneficios fiscales cuenta con una duración máxima de 15 años y uno de sus principales requisitos es residir al menos nueve años en el extranjero (fuera de Italia) durante la última década.

Según apuntó Studio Andino, más de 400 personas se acogieron a este régimen al cierre de 2020. Uno de los más reconocidos altos patrimonios internacionales en usar este beneficio fue el futbolista Cristiano Ronaldo durante su paso por el calcio italiano, cuando defendió los colores de Juventus.

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